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Autora: patricia
Fecha de publicación: 22 enero, 2019

Educación sexual en países menos desarrollados ¿en qué consiste?

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Aunque todavía nos cueste creerlo, el sexo sigue siendo un tabú en muchos rincones del planeta, algo que no busca el placer, sino la consumación de un matrimonio, por ejemplo, o de los deseos del hombre sobre la mujer. Poco a poco, la educación sexual en los países desarrollados ha ido abriéndose cada vez más, dando información útil a los jóvenes para que tengan cuidado a la hora de practicar sexo, para evitar embarazos indeseados, enfermedades de transmisión sexual, etc… Sin embargo, esa información no llega igual de bien a otros países, como por ejemplo, a los de África.

En el continente africano todavía se ve el sexo como un tabú y una obligación matrimonial. Los jóvenes no suelen mantener relaciones antes del matrimonio, pero si lo hacen, suelen estar llenas de fallos por falta de precaución. Cada año se dan cientos de miles de casos de VIH en África por culpa de una mala educación sexual, por no hablar de los embarazos no deseados en un lugar en el que el aborto no está ni pensado como alternativa. La educación sexual debe llegar a todos los rincones del planeta, porque es la mejor fórmula de evitar ciertos problemas que luego nos afectan a todos.

La educación sexual en Kenia

Kenia es uno de los países donde más casos de VIH se detectan al año. Un país pobre, pero con cierto nivel de desarrollo, que sin embargo sigue alejando a los jóvenes de la educación sexual. O al menos así era hasta la aparición de un programa de radio llamado The Spread, en el que se explican todas las precauciones que se deben tomar en el sexo, así como las mejores formas de hacerlo. Es un programa revolucionario por lo que supone para un país como Kenia, pero ha sido una alternativa muy necesaria para que los jóvenes de esta región estén bien informados, ya que la otra manera de hacerlo era a través del porno y la realidad distorsionada del sexo.

 

La peligrosa salud sexual de los adolescentes en estos países

Y es que en muchos de estos países la educación sexual es un tabú absoluto, y lo que les llega a los jóvenes es a través de Internet, normalmente con escenas porno en las que todo es bastante diferente a la realidad. Sin embargo, para los jóvenes esa es la única fuente de información, y se creen todo lo que ven, al no tener ningún apoyo en las escuelas, por ejemplo. Esto hace que muchos decidan no tomar precauciones a la hora de disfrutar del sexo con sus parejas, o que desconozcan la mejor forma de tomarlas, con lo que su salud sexual peligrará.

Y es que no estamos hablando solo de embarazos no deseados, sino también de todo tipo de enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el VIH, que están propagándose desde hace mucho tiempo en África como auténticas pandemias. La solución a esto es bien sencilla, ofrecer a los jóvenes mucha más información de calidad sobre la educación sexual. Pero para ello han de quitarse muchos tabúes de encima, y desde luego, eso no resulta nada sencillo.

 

La superpoblación en África

Otro de los efectos colaterales a la mala educación sexual que se da en África, y a la dificultad por encontrar métodos anticonceptivos, es la superpoblación que tiene este continente, en países en los que además las familias apenas pueden sacar adelante a los hijos por la pobreza de la tierra. Muchos tienen que emigrar y buscar refugio en Europa, si es que llegan. La superpoblación africana solo ha sido vista como un problema cuando ha empezado a afectar a los países de fuera del continente, algo muy egoísta por parte del primer mundo, pero que suele ser lo habitual con respecto a África.

 

Acceso a servicios de salud sexual y reproductiva

La situación en la mayoría de países africanos al respecto de la salud sexual y reproductiva es nefasta, y las principales afectadas por esto son las propias mujeres, que desde muy jóvenes parecen convertirse en simples incubadoras de bebés para sus maridos. Es tradicional que las mujeres se casen muy jóvenes en la mayoría de países, y que deban complacer siempre a sus maridos. El machismo impera a sus anchas en el continente y eso también se nota en la ausencia de una buena educación sexual.

Y es que el acceso a los servicios de salud sexual es todavía ínfimo y complicado, por lo que la mayoría de las mujeres ni siquiera saben qué es lo que les va a ocurrir, por ejemplo, cuando tienen relaciones sin protección, o cuando deben afrontar su tercer o cuarto embarazo en unas condiciones que no son las más óptimas para ello. Ni hablar, por supuesto, de elegir con qué pareja quieren disfrutar del sexo y de qué manera hacerlo. La comunidad internacional está intentando abrir caminos para una mejor salud sexual en África, pero no es nada fácil conseguirlo.