Hay quien dice que el ser humano creó el arte como forma de expresar aquello que no podía mostrar de otra manera. Canalizar emociones, sentimientos, y ser capaz de llevarlos más allá, logrando que otras personas los entendieran y los compartieran. Porque es fácil hablar de amor, o tal vez no tanto, pero es aún más sencillo dejarnos llevar por esa oleada que uno siente cuando escucha una balada bien escrita. Cuando leemos algún poema de Neruda o de Bécquer. Cuando vemos una película en la que las emociones están a flor de piel. El arte consigue canalizar esas emociones a través del lenguaje y las imágenes. Todo el amor del mundo cabe en un solo cuadro, en una frase de diálogo, en la estrofa de una canción compuesta por un chico de 20 años en su habitación de Liverpool. Esa es la magia del arte y eso es lo que hace que haya sido universal, y que haya genios que han traspasado las fronteras del espacio y el tiempo.

Los sentimientos, sin embargo, parecen haber pasado de moda en una época en la que uno está mejor con la coraza puesta. Años después de aquella Generación X que pretendía hacernos creer que ni sentía ni padecía, el sueño de aquellos jóvenes se ha hecho realidad. Estamos convirtiéndonos en seres alienados, que sienten como les mandan sentir, que hacen lo que se supone que tienen que hacer, sin buscar la forma de ser ellos mismos. La globalización, la cultura de Internet, la necesidad de encontrar un sitio en el mundo aunque sea a costa de olvidarnos de nuestra propia esencia… Son dilemas que hoy en día están más en boga que nunca, y que han provocado una asimilación casi automática de los conceptos de masas. El amor es esto, el sexo es esta otra cosa, la felicidad es lo que te cuentan, así que no experimentes y solo concéntrate en buscarla. Además, es muy fácil de encontrar. Tienes estímulos por todos lados, empezando por tu teléfono móvil y esas aplicaciones que te abren un mundo de posibilidades en el sexo… ¿y también en el amor? Las relaciones esporádicas son hoy en día mucho más comunes, y esto también está generando situaciones cuanto menos complejas de entender.

El sexo es uno de los pilares básicos en cualquier pareja. No hemos dicho que sea lo más importante, ni lo único que consiga que una relación funcione, pero sí es una pieza a tener muy en cuenta para que todo fluya. De hecho, el sexo no es más que la culminación de un deseo que comienza con la atracción y se vuelve más y más intenso conforme conocemos mejor a esa persona. Las relaciones también tienen un proceso químico, en el que se comprueba la compatibilidad entre esas dos personas, a través del propio acto, precedido por los besos. Todo está relacionado con nuestras convicciones, nuestros gustos y  nuestras preferencias, pero es algo bastante emocional, no tan lógico como pensamos. De hecho, el cerebro humano suele funcionar tomando decisiones basadas en impulsos, para luego buscar razonamientos que las justifiquen. Con la elección de la pareja sexual ocurre lo mismo, incluso en casos de encuentros casuales. Entendemos, por tanto, que tener una vida sexual sana y divertida es también imprescindible para que una relación funcione como un reloj.

O simplemente, para tener una vida más completa, sin necesidad de estar con nadie, simplemente disfrutando de nuestro placer. Las formas de seducción han cambiado mucho a lo largo de los últimos años, y de hecho, hoy en día la tecnología parece haber acaparado prácticamente todo el espectro de las relaciones casuales. Antes podías salir a ligar a una discoteca, pero para las nuevas generaciones esto es casi un agravio hoy en día. Muchas parejas se conocen por Internet, con apps como Tinder, o a través de amigos comunes. A la hora de la verdad, cuando la relación pasa al plano físico, es importante despegarnos de las expectativas que traigamos en mente, para disfrutar sin más. El porno está haciendo mucha mella en las relaciones sexuales de los jóvenes hoy en día, poniendo las expectativas inalcanzables. Pero es cierto que hay muchas cosas que podemos aprender tanto de las actrices porno como de las amantes profesionales, chicas preparadas para vivir del placer. Sus habilidades pueden ser una buena base para expandir nuestra forma de disfrutar del sexo.  

Como siempre decimos, el sexo es una parte muy importante dentro de una relación íntima. No es que sea la única, ni siquiera la que más deba contar, pero cuando el sexo no va como es debido, cuando algo falla en este sentido, todo lo demás comienza a derrumbarse de manera inexorable. Esto es algo que cualquiera puede comprobar en sus propias carnes, cuando está en pareja, y la relación se convierte en algo ya rutinario e incluso aburrido. Claro que es normal estar mucho más activo al principio de la relación, cuando conocemos a la otra persona y nos parece la más espectacular y sexy del planeta. Pero también nos habituamos al sexo con ella, y como se suele decir, incluso el plato más delicioso deja de saber tan bien cuando lo tomas todos los días. El deseo dentro de una pareja va fluctuando conforme el tiempo pasa, pero nunca debe perderse del todo, porque de lo contrario esa relación está abocada al desastre.

Y es que la pasión es uno de los pilares básicos de una relación porque nos ayuda a canalizar todo lo demás que ocurre a nuestro alrededor. ¿Quién no ha tenido un polvo increíble después de una bronca con su chico o chica, solo para hacer las paces? El sexo sirve para conocernos mejor, disfrutar de algo divertido y excitante y sentir ese placer en nuestro interior, pero también para canalizar nuestras emociones y sentimientos. Por eso es importante mantener la llama viva, especialmente cuando la relación ya entre en ese periodo complejo donde el enamoramiento se pasa. Los expertos afirman que una persona solo puede estar químicamente enamorada de otra durante un par de años. Luego, ese sentimiento tan increíble se convierte más bien en un tranquilo cariño que nos hace querer seguir con nuestra pareja. Todo se va apaciguando, y el deseo sexual no es una excepción. Por eso es importante trabajar siempre en pos de compartir momentos únicos y especiales, probando tal vez cosas que no nos habíamos atrevido a probar hasta ahora. Posturas especiales, fantasías que siempre soñamos complacer… Algunas están al alcance de nuestra mano en cualquier momento, además, porque son fáciles de saciar incluso en casa.

En cuestiones de amor y sexo, como se suele decir, para gustos están los colores. Cada uno de nosotros tenemos apetencias diferentes, personales, que seguramente sean compartidas por otras muchas personas en el mundo, o que sean algo mucho más nuestro, más original. Los fetiches no son más que deseos morbosos e inesperados hacia objetos o partes del cuerpo que no tienen una connotación erótica propiamente dicha. Sin embargo, son muchos los que se vuelven locos al ver un ligero, a una chica con pecas o un hombre con mucho pelo en el pecho. ¿Debe atraernos eso de forma natural? ¿Y por qué no iba a hacerlo? En todas las culturas y sociedades ha habido un canon de belleza que, si bien se ha impuesto sobre el resto, no ha sido único. Hoy sigue pasando, y aunque hay un  prototipo de mujer hermosa y de hombre atractivo, luego cada cual tiene sus gustos y preferencias.

Ocurre lo mismo cuando contratamos a una profesional del placer y queremos probar algo diferente y excepcional, algo que se salga de la norma. Ya el simple hecho de poder disfrutar con una amante de lujo nos hará salir por completo de nuestra rutina, porque incluso en los servicios más típicos, estas chicas sabrán llevarnos mucho más lejos. Son escorts muy experimentadas, que conocen bien los secretos de los placeres más morbosos, y no dudan a la hora de implicarse al cien por cien con cualquier cliente que lo necesite para llevarlos a cabo. Es una oportunidad absolutamente exquisita para probar cosas nuevas, por tanto. Cosas que tal vez nuestra chica no está dispuesta a hacer… o para sentir ese cariño que tal vez nos falta desde hace tiempo. Una escort puede ofrecernos servicios muy eróticos, pero solo hay uno en el que realmente se implica de forma complaciente y total: el trato de novia. Es una forma muy especial de disfrutar de un encuentro sexual, y aquí te vamos a explicar por qué.

Para muchos, es el gran objetivo en su vida: encontrar un amor que dure para siempre. Es algo que se nos ha vendido en multitud de obras de ficción, desde películas hasta novelas, y que se ha industrializado ya tanto como deseo, como sentimiento, que al final uno no está buscando ese amor eterno, sino la idea que tiene de él, algo tremendamente peligroso porque nos puede llevar a caer en un engaño del que es complicado salir. Pero aun así, hay personas que afirman enamorarse realmente, y sentir una verdadera pasión por su cónyuge años después de haber iniciado la relación. Aunque es cierto que el número de divorcios y rupturas cada vez es mayor, también lo es el hecho de que muchos matrimonios continúan juntos hasta el fin de sus días, demostrando que el amor sí que puede imponerse a la rutina, la desconfianza y todo lo demás.

Pero habrá quien piense que eso que se siente ya a esas alturas no es amor, sino otra cosa. Porque el amor debe ser intenso, debe ser provocativo y está lleno de dudas y temores, pero también de pasiones inabarcables. Es como si el amor solo pudiera existir en forma de un huracán que se lo lleva todo por delante, o de un terremoto que agita sin remedio toda nuestra vida, desde los cimientos. Esa malinterpretación del concepto de amor es lo que lleva a muchos a confundirlo con la pasión o con el enamoramiento que se da al conocer a una persona, pero que luego evoluciona hasta convertirse en algo más tranquilo y sosegado, pero igualmente intenso en el fondo. En este artículo queremos ir más allá y comprobar si, como dicen las canciones, el amor eterno existe de verdad.

Probablemente ya hayas escuchado hablar sobre él, lo más seguro a alguien mencionándolo sin siquiera saber realmente lo que es, pero este complejo y misterioso órgano femenino necesita más atención. Así es, el clítoris es una parte del organismo femenino que está ligado a la sexualidad y por ello se le debe dar la importancia que le ha sido negada desde hace muchos años. Y es que, hay estudios que indican que incluso un porcentaje de mujeres nunca ha visto uno, o no sabe donde ubicarlo.

La palabra clítoris viene del griego antiguo kleitoris que traducido vendría siendo ‘pequeño monte’, y es un órgano que posee la mujer que está dedicado exclusivamente a brindarle placer. Probablemente su escaso conocimiento se deba a que se encuentra morfológicamente oculto y no se puede observar fácilmente, ni las mujeres a medida que van creciendo pueden apreciar los cambios a diferencia del pene en los varones.

Una relación de pareja siempre es complicada, incluso cuando hay mucho amor y comprensión entre el chico y la chica, porque nunca es fácil sobrellevar todo lo que supone convivir, disfrutar del uno al otro en los buenos momentos, pero también aguantar los malos, los problemas que puedan surgir.. Hay quien dice que mientras en la cama todo vaya bien, la relación irá viento en popa, pero si la cosa falla a la hora del placer, todo lo demás se verá envuelto en una espiral de pesimismo y negativismo que pondrá en peligro la relación. Es por eso que debemos tomarnos muy en serio los síntomas de que nuestra relación no funciona en la cama.

Tal vez el sexo no sea lo único importante para muchas parejas, e incluso para algunos ni siguiera tenga tanta importancia como la que le solemos dar casi siempre, pero es cierto que puede suponer una piedra de toque importante en lo que a una relación se refiere, y mejorarla o destrozarla por completo. Por ello siempre es mejore tomarse en serio este tipo de problemas que pueden suceder en la cama, y en último caso, acudir al sexólogo, el especialista que nos ayudará a evitar esos problemas o a solucionarlos, para que nuestra relación siga viento en popa.