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Autora: patricia
Fecha de publicación: 22 enero, 2019

Sexo en Nueva York, la serie con la que muchas mujeres entendimos qué era el sexo

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Si hay una serie que ha marcado un hito en la ficción femenina esa ha sido Sexo en Nueva York. La visión remilgada o problemática de las mujeres se finiquitó con el estreno de esta serie que tanto dio que hablar en su momento, estrenándose en 1998 en el canal HBO, y en la que varias amigas hablaban sobre sus relaciones, su forma de ver la vida y cómo era ser una mujer de éxito en la Gran Manzana de finales del siglo XX. La serie fue un éxito a nivel mundial, así como el libro en el que estaba basada, obra de la periodista y escritora Candace Bushnell, quien podría decirse que inspiro al propio personaje de Carrie, protagonista de sus novelas.

Sexo en Nueva York fue una serie muy rompedora que trajo la realidad de muchas mujeres modernas al nuevo siglo, con mucho humor, con relaciones problemáticas y sobre todo, con una visión enteramente femenina, aunque a veces no exenta de cierto machismo. La serie se emitió durante seis temporadas, llegando casi a los cien capítulos, y dio también lugar a un par de películas e incluso a una precuela, The Carrie Diaries, que no obtuvieron tanto éxito como se esperaba. Sin embargo, nadie puede dudar del poso que Sexo en Nueva York ha dejado en la televisión y en la propia cultura popular.

El libro de Candace Bushnell

Candace Bushnell ya se hizo un nombre en la Gran Manzana antes de empezar a escribir, cuando todavía estaba en la universidad, convirtiéndose en una auténtica socialité de la época, en una asidua a las fiestas más exclusivas. Tras terminar sus estudios comenzó a escribir para diferentes publicaciones. En 1994, su jefe le pidió una columna en la que hablase de las mujeres de hoy en día, y ella la decidió llamar Sex and the City. Tres años más tarde convertiría esa columna en un libro, con el mismo nombre, que se convirtió en un éxito inmediato. Desde entonces, Bushnell ha lanzado varias novelas, relacionadas con los personas de la primera o totalmente distintas, y ha sido también productora de las adaptaciones de sus libros a la pantalla.

Cosas que aprendimos viendo la serie

Sexo en Nueva York fue una de las primeras series que ofreció una visión femenina distinta a la que estábamos acostumbrados en los 90. Los personas femeninos eran delicados, damiselas en apuros, chicas hermosas que solo estaban como floreros… Nadie se atrevía a hablar de la sexualidad femenina en televisión, hasta que HBO presentó esta serie. Aprendimos con ella que las mujeres también hablan de sexo con sus amigas y de una forma no muy diferente a la de los hombres. Que las rivalidades femeninas existen, pero deben superarse, porque la amistad ha de estar por encima de todo.

Aprendimos a desinhibirnos, en el terreno sexual y en todos los demás, a buscar nuestra felicidad, aunque eso suponga renunciar a ciertas cosas, a no amedrentarnos ante un mundo de hombres y demostrar que somos más que una cara bonita… pero también a saber conjuntarnos y hacer de la moda y de nuestro look una de nuestras señas de identidad. Aprendimos lo que eran los brunchs, los Manolo Blanick, y lo bien que sientan a cualquier look unos zapatos elegantes. Todo eso en tan solo seis años, no es poca cosa.

Sexo en Nueva York fue todo un fenómeno mundial

Al igual que el libro, el éxito de la serie fue casi inmediato y se empezó a hablar muchísimo de esa nueva producción en la que cuatro mujeres “liberadas” hablaban de sexo, masturbación, amor, moda y hombres, temas hasta entonces casi tabúes en la televisión norteamericana. Durante sus seis temporadas, la serie llegó a numerosos países y sobre todo causó mucho impacto en la cultura femenina de la época, viendo a Carrie y sus amigas como ejemplo perfecto de glamour y liberación femenina, aun con sus problemas y sus dudas y temores constantes. Fue una serie inolvidable, eso seguro.

Las protagonistas de la serie en la actualidad

El éxito de la serie fue también el trampolín definitivo para la fama o el relanzamiento de sus protagonistas. Sarah Jessica Parker se convirtió en una de las actrices más demandadas, aunque no consiguió quitarse de encima ese eterno papel de Carrie Bradshaw. Cynthia Nixon, por su parte, también ha seguido trabajando mucho en series y películas, pero nunca al nivel de éxito que en Sexo en Nueva York. Algo muy similar a lo que ha ocurrido con Kim Catrall y con Cristin Davies, seguramente la peor parada tras el final de la serie, que simplemente ha rodado alguna que otra producción pero que ha quedado casi olvidada por los productores.